Qatar castigará con hasta tres años de prisión a quien no lleve mascarilla en público
Este domingo ha entrado en vigor la nueva normativa de uso obligatorio de mascarilla en lugares públicos en Qatar, que prevé penas de hasta tres años de prisión y / o 200.000 riales qataríes (unos 50.800 euros) para los infractores.
«El gobierno ha aprobado el uso obligatorio de mascarilla facial para todos los ciudadanos y residentes que dejen su domicilio por cualquier motivo», según informó este pasado jueves la agencia de noticias oficial, QNA.
La norma fue aprobada en Consejo de Ministros celebrado por videoconferencia y presidido por el primer ministro y ministro del Interior, el jeque Jalid bin Jalifa bin Abdulaziz al Zani.
La única excepción contemplada es viajar solo conduciendo un vehículo. Hoy, la policía paraba los conductores para informarles de la entrada en vigor de la medida, según algunos testigos. Por la noche, habían levantado varios puntos de control para inspeccionar los coches que llevaban más de un pasajero.
Taxistas y residentes en la capital, Doha, dicen que la policía se comporta de manera muy estricta y que esta medida es una táctica de intimidación por los numerosos contagiados que hay en el país.
Qatar es uno de los países del mundo con mayor tasa de contagiados. Más de 30.000 personas han dado positivo en el país, es decir, el 1,1 por ciento de los 2,75 millones de habitantes, aunque solo han muerto 15 personas.
La situación en el país durante la pandemia
Las mezquitas, junto con las escuelas, los centros comerciales y los restaurantes están cerrados en Qatar para evitar la propagación de la enfermedad. Pero el sector de la construcción continúa trabajando.
El país se prepara para acoger la Copa del Mundial de Fútbol de 2022, y los trabajadores siguen en las obras mientras los capataces e inspectores gubernamentales están intentando hacer cumplir las reglas de distanciamiento social.
Trabajadores de tres estadios en construcción han dado positivo de Covid-19 y las mascarillas son obligatorias para los trabajadores de la construcción desde el 26 de abril.
Miles de trabajadores inmigrantes han estado en cuarentena en la zona industrial de Doha después de que a mediados de marzo se confirmaran diversas infecciones, pero ahora las autoridades han comenzado a aliviar las restricciones.
La mayoría de los casos nuevos se encontraron entre los trabajadores inmigrantes y finalmente la infección se extendió rápidamente entre los qataríes.
Los grupos de derechos humanos han advertido que las condiciones de vida de los trabajadores del Golfo, las zonas comunitarias de preparación de alimentos y los baños compartidos podrían perjudicar los esfuerzos de distanciamiento social y acelerar la propagación del virus.
Qatar castigará con hasta tres años de prisión a quien no lleve mascarilla en público