La verdad del Caso Uber-Élite (parte 5)

La verdad del Caso Uber-Élite (parte 5)

MIENTRAS llegaba el camión conducido por el Peseto con la pistola del Emérito marcando el camino al Palacio de la Zarzuela, Alberto Álvarez localizó a Emilio Domínguez engullendo marisco en el Botafumeiro, el restaurante recién inaugurado en la Castellana de Madrid.

-«Ja,ja. te esperaba, lince. ¿Está listo el botín de guerra que me has de entregar?», le espetó Domínguez mientras alejaba a un esbirro con una copita de Albariño.

– «No lo sé, está por llegar, ¿Cómo te puedes permitir estos lujos?… Pagan bien los tecnolovers supongo a costa de reventar desgraciados eligen a Satán para ayudarlos».

– «Mira, Albert, ni soy el primero ni seré el último. Eres un dreamer and not the only one pero no te reventaran los ubers. Te liquidará tu hijo Brutus al que tanto amabas. Pero te admiro. Porque ahí está tu obra: El mayor movimiento social de los últimos años poniendo en jaque la tecnocracia chapucera destructora de la dignidad en nombre de la modernidad. Y para remate les regalas 70.000 Teslas que pagará el Rey corrupto. No todos podemos lucir así .Yo me vendí como otros antes y después. Mi dignidad no da para tanto. Espera, camarero ,otro cubierto, más vino y más pescado. No te preocupes,la factura para Uber».

– «Mira, Emilio Domínguez o cómo te llames, me voy a hinchar a vino blanco y ostras de Sanxencho porque la uva me da elocuencia y el marisco me vuelve erótico. Ya sé que te vendiste a los postulados de Sade y que eres el mismo Satán, pero un catalán puede recorrer el mundo a base de fuets y de latas de atún en conserva. Así que sólo visito éstos antros cuándo me invitan mamonas cómo tu. Echa más vino perro!! . Estas ostras, ¿te parece que están vivas?. Ya ves que no dominas porque en éste lujo eres un realquilado porque siempre lo ha anhelado tu codicia y tu envidia. Porque ahí te adjudicaste el papel que conduce tu puta vida. Pero aunque a mí me supriman los negados dejaré mi obra y ,mi legado. Ya sé que el mundo avanza dos pasos y retrocede uno, pero seré yo junto con mis colegas de Élite el que protagonice la marcha adelante mientras los mierdas vendéis vuestra nula dignidad y nos hacéis retroceder un paso».

No llevaban más de media copa y escasas cuatro ostras cuándo eran rodeados. Emilio Domínguez fue encaminado al cuartel para interrogarlo Rubiera en comisaría.

Alberto Álvarez se dirigió con El Emérito, Felipe VI y el Jefe de la Benemérita a entregar el camión con los maletones cargados de billetes. Fué en medio de la calle Fuencarral y se cortó el tráfico. Los de Uber entregaron los dos rehenes. La Policía Nacional hizo lo mismo con el camión.

Al poco zarpó el container repleto hacia Delaware. Se volvió a almacenar ya pensando en otro asunto en Melbourne.

Subieron las acciones de Uber los mismos que las habían bajado. Ahí generaba las ganancias Uber. En su especulación y no en reventar autónomos en España ni en ningún otro lugar.

– «Ya veis, solucionado. me lo dió el Sultán de Brunei. Él mismo vendió las acciones de Uber al descubierto y ahora las ha hecho subir. También le di 40 millones de euros que ya hemos convertido en 56 millones. Nadie se muere por un simple camión de billetes. A ver,hijo ¿Qué le ves a la Leti para tanto fandango?»

– «Suena más azul monárquico Rocasolano que Borbón, si me permite el inciso en ésta coyuntura, Majestad «,intervino Albert Álvarez.

Hizo parar la limousine real. Saludó educadamente Tito y salió al aire limpio de Madrid acompañado por su shorba.

«Amigo, te ha tocado un viaje largo. Llévanos al Paseo de Gracia de Barcelona .No te importa que te pague con un billete de 1.000 dólares «dijo al taxista sacando un Real Fajo.

Felipe VI dejó al Emérito en la Zarzuela y se trasladó con la Reina al Palacio de Pedralbes de Barcelona. Oriol Junqueres lo visitaba a menudo. Por el jamón ibérico, porque en squash el monarca siempre guindó al republicano.