Tensión y detenciones en Barcelona en la sexta noche de protestas

Tensión y detenciones en Barcelona en la sexta noche de protestas

Las manifestaciones contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél no se detienen y ya hace seis días que en Barcelona y otras ciudades se convocan protestas en la calle.

En Barcelona, ​​la manifestación, que comenzó ante la estación de Sants, transcurrió de forma totalmente pacífica hasta que llegaron los gritos y los lanzamientos de objetos contra los mossos que defendían la Jefatura Superior de Policía en Via Laietana.

Tras varios avisos de actuación policial por megafonía, las furgonetas de los Mossos empujaron a los manifestantes hacia plaza Urquinaona.

Como ya ocurrió el sábado, en los últimos momentos de la protesta se repitieron escenas de saqueos en establecimientos del paseo de Gracia.

Los Mossos detuvieron a 8 personas, cinco de las cuales por romper escaparates y robar, supuestamente, en un establecimiento de ropa del paseo de Gracia, dos más por desorden público y la última para atentar contra los agentes. Según el cuerpo, hirieron a un agente en las barricadas de Rambla Catalunya.

El SEM atendió a 11 personas heridas, 10 leves y una menos grave. A tres de los heridos los trasladaron a centros hospitalarios.

Este domingo, el inicio de la protesta en Barcelona se trasladó al barrio de Sants, donde desde poco antes de las siete, hora de la convocatoria, ya había bastante presencia policial.

Antes de comenzar la manifestación se hizo una pequeña asamblea entre los participantes en el que pusieron en común que los ha llevado a manifestarse. Algunos dijeron que no era sólo la defensa de Pablo Hasél, sino que también quieren protestar por la ley mordaza, por los desahucios, por la precariedad laboral que sufren muchos jóvenes y contra la reforma laboral.

En una de las pancartas que portaban los manifestantes se podía leer «Nos ha enseñado que ser pacíficos es inútil».

La convocatoria tuvo menos seguimiento. Según la Guardia Urbana fueron un millar de personas las que se reunieron en Barcelona, cuando el sábado la cifra que dio este cuerpo policial fue de 6.000 asistentes.

La manifestación transcurrió por la calle Tarragona hasta la plaza de España, donde se encontró una hilera de Mossos ante el centro comercial Arenas.

Continuó por la Gran Vía hasta la plaza Urquinaona y luego bajaron hasta la jefatura de Via Laietana sin que hubiera incidentes remarcables.

Ante la jefatura hubo lanzamientos de objetos contra la fachada del edificio policial. Después de unos minutos de lanzamientos comenzaron las carreras con la policía, y la tensión fue en aumento después de lo que había sido una manifestación completamente pacífica.

La actuación de los Mossos y el modelo de orden público se ha puesto en cuestión, especialmente después de cómo se controló y disolvió la manifestación del sábado en la calle Gran de Gràcia.

El domingo por la mañana, tras el cruce de declaraciones de la semana pasada, el conseller de Interior y la cúpula y los sindicatos de Mossos en una reunión, acordaron trabajar de forma conjunta para mejorar las actuaciones del cuerpo en un momento que califican de muy complejo.

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