Los presos del Procés acusan al Estado de buscar la venganza

Los presos del Procés acusan al Estado de buscar la venganza

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha acusado este viernes al Tribunal Supremo (TS) de dictar «venganza de nuevo» después de que haya revocado el tercer grado penitenciario concedido por la Consejería de Justicia de la Generalitat a los presos del 1-O, al considerar que se trata de una medida prematura.

Junqueras ha escrito un mensaje en su cuenta de Twitter sobre Forcadell y Bassa:

«El Tribunal Supremo dicta venganza de nuevo. Un abrazo enorme, Carmen (Forcadell) y Dolores (Bassa)!».

El secretario general de JxCat, Jordi Sánchez, y el exconseller Jordi Turull aseguraron que ven «venganza del Estado» en la decisión de Tribunal Supremo (TS) de revocar el tercer grado penitenciario concedido por la Conselleria de Justicia de la Generalitat a los presos del 1-O, al considerar que se trata de una medida prematura.

«El escarmiento, la venganza de Estado y la aplicación del derecho penitenciario del enemigo no deja margen para las sorpresas», manifestó Turull en un mensaje en su cuenta de Twitter.

Tampoco le supone una sorpresa la decisión del Supremo a Sánchez, que cree que la tenacidad del Estado y del TS para intentar «hundir» a los presos del 1-O es constante y previsible.

«Retorcer la ley, cambian jurisprudencia, destrozan garantías penales y derechos. España lo vale. Y aquí, mientras tanto, aún buscamos el hilo perdido que nos hizo ser tan fuertes del 1-O».

Por su parte, el ex conseller Raül Romeva ha criticado la decisión de Tribunal Supremo (TS) de revocar el tercer grado penitenciario a los condenados por el 1-O: «Poco a poco ese Estado va convirtiéndose en una gran prisión».

En un apunte en Twitter, Romeva ha dicho que «se confirma el más previsible de los escenarios» que el Supremo revoque el tercer grado al considerar que se trata de una medida prematura.

«El Supremo ha vuelto a dictar sentencia. Poco a poco ese Estado va convirtiéndose en una gran prisión, una democracia fallida que están creando ellos mismos».

El TS destaca que tiene que transcurrir un periodo mayor de tiempo para evaluar adecuadamente la evolución de los internos y el tratamiento penitenciario, más cuando se trata de condenas elevadas (de 9 a 13 años de prisión) de las que ninguna se ha cumplido la mitad, y la mayoría ni siquiera una cuarta parte.

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