Juicio a seis jóvenes de Madrid por haberse solidarizado con el 1-O de Cataluña
Primero de octubre de 2017. Por la noche, la Puerta del Sol de Madrid se llenaba de ciudadanos solidarios con Cataluña para denunciar la violencia de la policía española y la Guardia Civil contra los votantes del referéndum de autodeterminación.
Las imágenes de los policías agrediendo los votantes y abriendo cabezas a porrazos habían corrido como la pólvora por todo el mundo, y las organizaciones madrileñas solidarias con Cataluña convocaron aquella movilización. Como empieza a ser habitual en la capital española, cada convocatoria de las organizaciones antifascistas y de izquierdas va seguida de una movilización de ultras y nazis para reventarla.
Hubo momentos de tensión, y la policía española intervino contra los antifascistas. Terminada la movilización, los agentes dedicarse a hacer identificar algunos manifestantes, la mayoría gente joven, en lugar de proteger la movilización autorizada y aislar a los grupos de extrema derecha.
A cuatro de los manifestantes antifascistas, hoy procesados, van hacerlos identificar en la calle mientras caminaban y en un bar en la Gran Vía de Madrid, cerca de la Puerta del Sol. Pocas semanas después, fueron detenidos en su casa por agentes de paisano. Era el 2 de noviembre, el mismo día que la magistrada Carmen Lamela enviaba a prisión a los consejeros del gobierno que se habían presentado a declarar en la Audiencia española.
Dos de los seis detenidos, además, aseguran que ni siquiera fueron a la manifestación. Los otros cuatro sí estaban y se fueron una vez acabada. Están sorprendidos de que los dos ultras que denunciarlos y ejercen la acusación particular los acusen de lesiones porque, aseguran, en ningún momento no participaron en ningún alboroto ni agredieron a nadie.
Tres años y medio después de los hechos, los jóvenes antifascistas, conocidos como los Seis de Madrid, se enfrentan a un juicio en el juzgado penal 30 de la ciudad que les puede llevar a la cárcel.
Comenzará hoy a las 9.30 y tendrá dos sesiones y suficiente, en el que declararán como testigos los agentes que escribieron el atestado policial, la única «prueba» contra ellos, y los compañeros y amigos de los encausados. La fiscalía les pide dos años y la acusación particular, ejercida por los dos ultras y uno de los abogados de los fascistas del asalto a Blanquerna, tres años y medio.
Los acusan de desórdenes públicos y lesiones, con los agravantes de odio ideológico, intimidación y alevosía. Además, los quieren hacer pagar una fianza solidaria de 13.000 euros y unamulta de 4.500 euros por cabeza.
Los acusados niegan ningún vínculo con los hechos que se les imputan y creen que los quieren hacer pagar el hecho de solidarizarse con Cataluña el 1-O para esparcir el miedo. Sergio R explicaba en una entrevista a VilaWeb hace unos meses que las acusaciones son inventadas y que no hay ninguna prueba contra ellos que los incrimine. Esperan una absolución, pero no las tienen todas respecto del juicio.
Juicio a seis jóvenes de Madrid por haberse solidarizado con el 1-O de Cataluña