Esta vez el encuentro entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo duró prácticamente una hora. Un tiempo similar al de la última vez que se vieron también en el Congreso, a finales de agosto, entonces dentro de la ronda de contactos del líder del PP para su investidura fallida, y con un balance también muy parecido: la constatación de que, a día de hoy, los puentes entre los dos principales partidos siguen rotos.
Según fuentes del PSOE, en ese encuentro el presidente del Gobierno en funciones le ha recordado al líder del PP “la necesidad de respetar los resultados electorales del pasado 23-J, la democracia parlamentaria, y la voluntad mayoritaria de los ciudadanos de conformar un gobierno de progreso”.
Tan solo un día después de que la derecha y la extrema derecha, con la presencia del propio Feijóo, se manifestaran en las calles de Barcelona contra la posibilidad de que Sánchez pueda formar Gobierno en base a un acuerdo político con los independentistas catalanes que implique, entre otras cosas, una ley de amnistía, Sánchez le ha reprochado a su interlocutor la agitación de las calles.
“Le ha pedido respeto institucional a la Constitución española (la obligación de renovar el CGPJ que lleva 5 años bloqueando), a los símbolos nacionales, que son de todos los españoles, y a la fiesta nacional del 12 de Octubre y contención en su intento desesperado de agitar la calle”, aseguran fuentes de Ferraz.
En vísperas también de la festividad nacional del 12 de octubre, el PSOE reprocha que “en las dos últimas semanas el Partido Popular ha convocado dos manifestaciones contra la investidura de Pedro Sánchez, en las que se ha faltado al respeto al Jefe del Estado, y ahora está intentando hacer una instrumentalización partidista de la Fiesta Nacional del 12 de octubre”.
El secretario general del PSOE y candidato a la reelección ya anunció tras la designación del rey que incluiría a Feijóo en su ronda de contactos, tal y como también hizo el líder de los populares durante su intento de investidura fallida. Pero Sánchez había aclarado también que esa reunión se enmarcaría en el ámbito de la cortesía política y que no tendría, en ningún caso, la finalidad de pedir el apoyo al PP, constatada la ruptura de puentes entre ambas formaciones.
La reunión sucede apenas veinticuatro horas después de que la derecha y la extrema derecha se lanzaran a la calle en una protesta contra una posible ley de amnistía, de la que todavía no se conoce siquiera un borrador. Este mismo lunes, Feijóo ha anunciado que su partido interpondrá un recurso ante el Tribunal Constitucional si finalmente PSOE y Sumar acuerdan con las fuerzas independentistas catalanas una amnistía.
Sánchez ha retomado así la ronda de contactos para su investidura que inició la semana pasada con la líder de Sumar, Yolanda Díaz. Este lunes por la mañana se reunió con los los representantes máximos de los sindicatos UGT y Comisiones Obreras. El martes por la mañana tendrán lugar las reuniones con los portavoces del BNG y PNV. Por la tarde, los encuentros serán con representantes del Tercer Sector. El miércoles por la mañana, Sánchez mantendrá reuniones con representantes del mundo de la cultura, con UPN, con Coalición Canaria y también con ERC. Por la tarde, será el turno de la patronal CEOE. El viernes cerrará la agenda de la semana con un encuentro con los representantes de EH Bildu y Junts, para después recibir a representantes de organizaciones medioambientales.
