Para sorpresa de casi todo el mundo, la reacción política de Pedro Sánchez tras la debacle electoral de la izquierda en las municipales y autonómicas del 28 de mayo fue precipitar el final de la legislatura y adelantar las generales al 23 de julio. Una decisión que cuenta con un amplio respaldo precisamente entre los votantes progresistas según la encuesta de Simple Lógica para elDiario.es.