El presidente golpista de Perú renuncia mientras el caos envuelve a la nación
El presidente golpista de Perú renunció este domingo cuando la nación se hundió en su peor crisis constitucional en dos décadas después de las protestas masivas desatadas cuando el Congreso derrocó al líder popular de la nación.
En un breve discurso televisado, Manuel Merino dijo que el Congreso actuó dentro de la ley cuando asumió el cargo como jefe de estado el martes, a pesar de las acusaciones de los manifestantes de que los legisladores habían organizado un golpe parlamentario.
“Yo, como todos, quiero lo mejor para nuestro país”, dijo.
El político accedió a dimitir tras una noche de disturbios en la que murieron dos jóvenes manifestantes y la mitad de su gabinete dimitió.
Los peruanos aplaudieron la decisión, ondeando la bandera roja y blanca de su nación en las calles de Lima y gritando «¡Lo hicimos!».
El Congreso convocó una sesión de emergencia para el domingo por la noche para seleccionar un nuevo presidente, pero todavía estaba debatiendo la cuestión hasta altas horas de la noche.
Mientras tanto, el ex presidente Martín Vizcarra, cuya destitución provocó la agitación, pidió al tribunal más alto del país que intervenga.
“No puede ser que la institución que nos metió en esta crisis política, que desde hace cinco días paralizó al Perú, con muertes, nos vaya a dar una solución, eligiendo a la persona que mejor les parezca”.
Perú tiene mucho en juego
El país se encuentra en medio de uno de los brotes de coronavirus más letales del mundo y los analistas políticos dicen que la crisis constitucional ha puesto en peligro la democracia del país.
El analista Alonso Gurmendi Dunkelberg, se refirió al gobierno turbulento del hombre fuerte Alberto Fujimori entre 1990 y 2000:
“Creo que esta es la crisis democrática y de derechos humanos más grave que hemos visto desde Fujimori”.
El Congreso expulsó a Vizcarra usando una cláusula que data del siglo XIX que permite a la poderosa legislatura destituir a un presidente por «incapacidad moral permanente».
Merino, anteriormente jefe del Congreso, asumió el cargo de presidente interino, pero su gobierno de seis días se vio empañado por constantes protestas.
El político y productor de arroz poco conocido prometió mantener una votación programada para un nuevo presidente en abril. Eso hizo poco para influir en los peruanos que se resistían a aceptarlo.
La mitad de los que están en el Congreso están siendo investigados por presuntos delitos que incluyen lavado de dinero y homicidio.
Las encuestas muestran que la mayoría quería que Vizcarra cumpliera el resto de su mandato presidencial, que vence en julio. Cuando los peruanos salieron a las calles, la policía respondió con porras, balas de goma y gases lacrimógenos.
Una red de grupos de derechos humanos informó que 112 personas resultaron heridas en las protestas del sábado y se desconocía el paradero de otras 41 personas.
Las autoridades sanitarias dijeron que entre los muertos estaban Jack Pintado, de 22 años, que recibió 11 disparos, incluso en la cabeza, y Jordan Sotelo, de 24, que recibió cuatro golpes en el tórax cerca del corazón.
El presidente golpista de Perú renuncia mientras el caos envuelve a la nación