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Bruselas autoriza 900 millones de ayudas de Alemania para evitar la fuga de una manufactura a EEUU


La Comisión Europea da un paso más en la guerra de subsidios desatada con China y también con Estados Unidos después de que Joe Biden impulsara una ley de reducción de la inflación (IRA) con la que pretende dar ayudas multimillonarias a las empresas que elijan ese país para producir. En respuesta, Bruselas ideó un mecanismo para permitir a los 27 igualar esas esas ofertas y este lunes se ha producido la primera autorización bajo ese sistema denominado ‘matching aids’ al avalar una ayuda de estado de 902 millones de euros de Alemania a la compañía sueca Northvolt para que construya una fábrica de baterías en la ciudad de Heide en vez de hacerlo al otro lado del Atlántico.

Esa gigafactoría producirá baterías eléctricas, una de las piezas más preciadas para los coches eléctricos, que se han convertido en la nueva batalla geopolítica. La planta tendrá una capacidad anual de 60 GWh, lo que supondrá la producción de entre 800.000 y 1 millón de vehículos eléctricos al año que comenzará en 2026 y alcanzará su plena capacidad en 2029, según los cálculos del gobierno alemán y la Comisión Europea. dependiendo del tamaño de la batería.

La ayuda supondrá una subvención directa de 700 millones de euros y una garantía de 202 millones de euros. “Sin la ayuda, Northvolt establecería la planta en Estados Unidos, donde se ofrecía apoyo en particular al amparo de la Ley de Reducción de la Inflación”, expresa la Comisión Europea en un comunicado en el que calcula que la inversión total para la región ascenderá a 2.500 millones. 

“Es la primera medida individual que se aprueba de acuerdo con la posibilidad excepcional prevista en el Marco Temporal de Crisis y Transición. Permite conceder ayudas de mayor cuantía si la inversión corre el riesgo de desviarse de Europa debido a la disponibilidad de subvenciones extranjeras”, ha expresado la vicepresidenta y comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, que ha reanudado su actividad en la Comisión Europea tras el parón por la pelea de la presidencia del Banco Europeo de Inversiones que finalmente ganó Nadia Calviño.

“La producción de equipos con emisiones ‘cero neto’ en Europa es de interés estratégico para la economía y la sociedad europeas. Tiene una importancia inmensa para alcanzar nuestros objetivos de movilidad limpia, sostenibilidad y competitividad”, ha agregado en una comparecencia, nada habitual, junto al ministro de Economía alemán, Robert Habeck, que ha asegurado que “mientras se mantenga la igualdad de oportunidades, debería alegrar cualquier inversión que se produzca en Europa”.

Y es que el cambio en las normas de las ayudas de estado es sustancial dado que hasta hace poco existían muchas reticencias ante lo que podía suponer una interferencia en el libre mercado, pero la feroz competencia de China y, posteriormente, de Estados Unidos, obligó a la UE a mover ficha para evitar la deslocalización de más empresas y fábricas.  “La competición real, la que estamos afrontando no es entre Alemania e Italia, o con Dinamarca, o entre Hungría y República Checa, es entre Europa y China y EEUU”, ha agregado Habeck ante las posibles críticas a esas ayudas, que son más numerosas en el caso de Francia y Alemania porque tienen un mayor músculo financiero para ponerlas en marcha.

“La medida tiene un impacto limitado en la competencia y el comercio dentro de la UE. En particular, es necesaria y adecuada para garantizar el establecimiento de la planta de producción de baterías y no dará lugar a un exceso de capacidad en el mercado. La ayuda es proporcionada y se limita al mínimo necesario para activar la inversión en Europa: no hace que la inversión en Alemania sea más rentable que la inversión en Estados Unidos. Tampoco superará el importe de la subvención que Northvolt podría recibir de forma demostrable para la inversión equivalente en Estados Unidos”, argumenta Bruselas en un comunicado.

En paralelo a la autorización de esa ayuda bajo el sistema de ‘matching aids’, Bruselas ha avalado un plan de Francia de 2.900 millones de euros para apoyar a la producción de baterías, paneles solares, turbinas eólicas y bombas de calor, componentes clave relacionados y materias primas críticas. Esa medida también se ha evaluado bajo el Marco Temporal de Crisis y Transición, que permite a los 27 agilizar los subsidios para determinadas industrias. Con ese mecanismo puesto en marcha en marzo de 2023, se han autorizado medidas similares en Austria, Bélgica, Alemania, Hungría, Italia, Eslovaquia y España, por un valor total de 9.100 millones de euros, según los datos de la Comisión Europea.



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