Uber: 15 consecuencias nefastas para el Taxi
Desde su creación, Uber y Cabify vienen acumulado pérdidas multimillonarias en todo el mundo. En España, concretamente, la situación económica de estas plataformas extractivas se ha vuelto desesperada a raíz de la pandemia. En esta coyuntura, necesitan más que nunca aliarse con el Taxi para superar este impasse.
No obstante, si nos prestamos a que consigan su objetivo aliándonos con ellas las consecuencias para nuestro sector serán de muchos tipos y todas nefastas. Pero, lo peor de todo, es que, por este motivo, no tendremos la fortaleza ni la autoridad moral necesarias para podernos defender de los perjuicios que se deriven de las mismas ante instituciones, estamentos y poderes fácticos tales como justicia, política, administraciones, medios de comunicación e incluso opinión pública. Nosotros mismos habremos sellado nuestro propio destino al haber aceptado trabajar bajo su yugo.
A continuación, enumero cuáles pueden ser las 15 consecuencias nefastas para el taxi que creo que vamos a sufrir si claudicamos ante ellas:
La comisión
Promociones engañosas aparte, al principio nos cobrarán un 12% por cada servicio y competiremos en una falsa igualdad de condiciones con las VTC’s puesto que el algoritmo nos va a asignar unos pocos servicios. Eso sólo será el caramelito del comienzo. No tardarán en imponernos condiciones desfavorables y nos la subirán al 30% igual que a ellas.
Los mejores servicios enseguida volverán a ser para éstas puesto que no van a dejar caer su negocio original por nada del mundo en favor del Taxi. (Lógicamente, en Barcelona esto último sucederá incluso antes de que regresen con estos vehículos, lo cual harán sin lugar a dudas a la mayor brevedad tal y como Uber nos ha confirmado).
Las tarifas dinámicas
Sólo las pueden aplicar las VTC’s dado que las tarifas del Taxi, afortunadamente, están reguladas para proteger a los usuarios de este tipo de abusos que Uber y Cabify cometen sin piedad. Por ende, a corto plazo, los servicios más lucrativos igualmente serán para estas empresas que operan con estos vehículos porque así estas plataformas recibirán un mayor retorno económico.
Necesitan mantenerse fuertes para presionar y chantajear al Taxi. (Especular con los precios será muy peligroso porque confundirá al usuario y ambas partes saldremos perjudicadas)
No obstante, a medio plazo intentarán desregular los precios de nuestro sector, pero – esa supuesta ganancia que algún avaricioso podría estar pensando en obtener a costa de sablear al ciudadano- se esfumará porque subirán la comisión a porcentajes que rondarán el 50%.
Compra de Free Now o fusión
Si permitimos y normalizamos que Uber entre en nuestro sector nosotros mismos haremos factible una compra o fusión con Free Now. Cuando consideren que tienen una masa crítica razonable de taxis dispuestos a trabajar para ellos estarán en disposición de efectuar una de estas dos operaciones. Si este hecho se consumase controlarían más de la mitad del sector.
La expansión
Las plataformas tendrán la necesidad voraz de expandirse y de comerse a otras app’s, radioemisoras y flotas puesto que esta manera compulsiva de actuar va en su ADN. A pesar de la resistencia que muchas de ellas estén dispuestas a oponer, intentarán absorberlas o bien controlarlas mediante acuerdos de colaboración. Si se da este hecho controlarán la mayor parte del sector.
Al principio Uber, Cabify y Free Now podrían hacer un pacto estratégico de no agresión para no entrar en una guerra de precios de las comisiones, pero posteriormente, se podrán poner de acuerdo para subirlas a la vez (Esto no será necesario si hay fusión o compra).
La injerencia en las administraciones
Influirán en las administraciones para que todos los taxistas estén asociados obligatoriamente a alguna app o emisora, con la excusa de que todos tenemos que estar conectados. En el momento que la mayoría estén parasitadas por las plataformas no habrá escapatoria y tendremos que aceptar sí o sí, todas sus imposiciones.
La app pública del Taxi del AMB – en la cual sí que queremos estar la mayoría de taxistas conectados y a la que sospecho que ellos mismos han estado poniendo palos en la rueda influenciando a las administraciones con sus malas artes – quedará relegada a un último plano y no tardará en desaparecer si es que llega a ver la luz. En el resto de ciudades no llegarán ni a nacer.
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La influencia en los ayuntamientos
Influirán en ayuntamientos y entes reguladores de ámbito local para que las VTC’s puedan circular por el carril bus- taxi, captar clientes sin pre contratación en la calle vía app, a mano alzada o en las paradas. Los servicios de calle se reducirán tan drásticamente al haber tanta oferta que al final no nos quedará más remedio que ir a morir a alguna de estas plataformas. Si se lo proponen nos podrán extorsionar comisionando por los servicios de calle. Podrían amenazarnos con desconectarnos de la app si no aceptásemos este chantaje.
El Decreto Ábalos y las posteriores regulaciones de las CCAA
Si logran asociarse de forma generalizada con el Taxi usarán este argumento ante las instituciones autonómicas para poder obtener regulaciones más favorables a sus intereses. Ya veremos en qué queda «el espíritu» del Decreto Ábalos cuando acabe la moratoria, puesto este hecho les servirá a algunos partidos políticos como excusa para considerar que no existe ninguna diferencia de facto entre el servicio del Taxi y el de las VTC’s. (Otros ni siquiera la necesitan, pero les ayuda).
El hecho de que seamos nosotros mismos los que incomprensiblemente accedamos de una manera estúpida y lamentable – después de conocer perfectamente cuál es su idiosincrasia- a aliarnos con las plataformas servirá de excusa a partidos políticos para darles una falsa legitimidad. Sería un gravísimo error por nuestra parte diluirnos en ellas. Tener a Uber y a Cabify dentro de nuestro sector será un hándicap muy importante para que las CCAA hagan decretos, reglamentos y leyes en las cuales se diferencien claramente los dos servicios.
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) estará ojo al parche para hacer de lobby y usarán este argumento para que a las VTC’s no se les exija ningún tipo de regulación ni de proporcionalidad que vaya encaminada hacia el 1/30.
Las autorizaciones masivas
Actualmente las plataformas (incluida FreeNow) ya están presionando en la Comisión Europea para liberalizar el límite del número de licencias de taxi y autorizaciones VTC. Si lo consiguen habrán encontrado una veta de oro y con su ejército de abogados emplearán las argucias legales necesarias – si es que hacen falta – para conseguir este propósito, dejando unas consecuencias nefastas para el taxi en nuestro país. Para ello le buscarán la vuelta a jueces, políticos y administración pública. Son especialistas en el arte del cabildeo.
Si el Taxi se encuentra integrado en estas plataformas no tendrá capacidad de presión para evitar el que sería ya el enésimo atropello perpetrado por estas transnacionales. Alegarán que lo justo es poder competir en igualdad de número de autorizaciones, más aún si aducen que nuestro sector se está beneficiando de sus falsas bondades a un nivel operativo.
El blanqueo de Uber y Cabify
Si pertenecemos de una forma generalizada a estas plataformas depredadoras blanquearemos su sucia imagen. Seremos cómplices de que tributen en paraísos fiscales, de que exploten a los trabajadores, de que apliquen a nuestros conciudadanos tarifas dinámicas con los VTC o taxis, de que hagan cobros indebidos, de que hagan lo que quieran con los datos, de que den servicio con conductores no profesionales, de que den servicio con coches mal conservados llenos de bollos y ralladuras y un largo etcétera de irregularidades.
Aliándose con nosotros/as pretenden dar el salto de calidad que nunca han tenido a costa de la marca Taxi. Sería del género inútil que se lo proporcionásemos después de lo que tanto han vilipendiado la imagen del taxi.
La oportunidad
No creo que sea tan descabellado pensar que, si las plataformas se hacen con el control absoluto de VTC ‘s y taxis, se saquen algún subterfugio de la manga con el propósito de intentar reactivar la modalidad UberPop. Podrían alegar que el usuario debe tener siempre una alternativa más económica a las que existen, aunque ésta carezca de la más mínima supervisión.
El Tribunal de la UE les impidió seguir operando de esta manera, pero no sería la primera vez en la vida que se revierte una ley, máxime cuando beneficia a los intereses de corporaciones tan poderosas. Lobbies en la Comisión Europea no les faltan.
La explotación laboral
Cuando se hagan con el control de una gran parte del sector y no podamos oponer ningún tipo de resistencia porque no tendremos fuerza para ejercer presión ante ninguna institución y estamento nos impondrán condiciones de trabajo insoportables. Igual que a conductores y riders de estas plataformas, nos harán estar pendientes del móvil las 24h y conectarnos un número de horas determinadas para poder acceder a unos servicios u otros.
Controlarán nuestra carga de trabajo en base a criterios opacos y que de ningún modo dependen de nosotros. Nuestra calidad de vida será penosa y las ganancias caerán en picado ya que nos cobrarán comisiones abusivas del 30% ,40% o 50%.
Adiós a la inversión y desahuciados del taxi
Resulta evidente que si consiguen liberalizar el número de licencias que los ayuntamientos tienen la potestad de determinar, el precio las mismas se desplomará y prácticamente serán papel mojado.
Si logran este propósito no es de extrañar que se las ingenien para que se las malvendamos. Como, además, ya de por sí estarían devaluadas por las altas comisiones que pagaríamos, podrían ofertarnos algún tipo de rebaja de las mismas a cambio de que prácticamente se las regalásemos, para que así por un tiempo nos sintiésemos menos asfixiados.
Es cierto que Uber no posee directamente autorizaciones VTC ni parece que pretenda comprar licencias de taxi puesto que no es ese su modelo de negocio.
No obstante, Cabify sí posee un gran número de estos primeros títulos habilitantes y Free Now podría querer comprar puesto que no tiene – aunque digan que a día de hoy no están interesados en trabajar con estos vehículos en España y aunque les fuese más fácil aliarse con las subcontratas de las otras dos plataformas- pero como se suele decir y como dirán estas tres plataformas buitre: ‘A caballo regalado no le mires el diente’. Está claro que, si se diese alguna de estas circunstancias, nos convertirán en empleados explotados y perderemos definitivamente el control de nuestro negocio.
De taxista a repartidor
Ya hemos visto durante este año de pandemia que a las plataformas no les importa obligar a sus conductores o a los de sus subcontratas a repartir paquetes en momentos de baja demanda. No sería de extrañar que en esos momentos u otros tuviésemos que hacer exactamente lo mismo – o incluso repartir comida a domicilio – cobrando una miseria bajo amenaza de apagarnos la app durante un período de tiempo determinado si no aceptásemos esta condición que tanto degradaría nuestra profesión.
Las rondas de financiación
Al no existir regulaciones ni impedimentos para poder operar como taxis con total impunidad conseguirán que los inversores se animen y
obtendrán rondas de financiación más cuantiosas. Si dejamos que entren en nuestro sector nosotros mismos les ayudaremos a ser invencibles porque serán todavía más poderosos económicamente.
Se acabó la fuerza del sector
El colectivo de taxi perderá toda su fuerza y ninguna asociación será lo suficientemente robusta para hacerles frente. En todo caso solo existirá una única que será de paja. Por lo tanto, dejaremos de ser un colectivo enormemente respetado por la sociedad por ser combativo, reivindicativo, referente de la lucha obrera y punta de lanza en la guerra contra el neoliberalismo y el capitalismo salvaje de plataforma y al poco tiempo pasaremos a ser sus esclavos. Éstas son las 15 consecuencias nefastas para el taxi, y hay más.
De todas estas consecuencias extraigo la siguiente conclusión:
Después de todo lo que los y las taxistas hemos luchado contra estas plataformas extractivas por mantener el Taxi a flote capearemos esta tormenta perfecta y aguantaremos hasta que las consecuencias de la pandemia se empiecen a revertir, ya que el hecho de trabajar para ellas no significará agarrarnos a un cabo sino a un lastre que nos hundirá.
La inmensa mayoría no trabajaremos con Uber o Cabify y lo más lógico sería que nos empleásemos a fondo y que nos mantuviésemos muy unidos para que estas app’s fracasen en su intento de invadir al Taxi.
Eso sí, soy consciente de que nuestro sector necesita reagruparse en app ‘s públicas que propicien que el 100% de los y las taxistas estemos conectados/as con el usuario y viceversa. Huelga decir que las app’s y radioemisoras que operan están ofreciendo un servicio óptimo, aunque éste siempre sea susceptible de mejora. Seamos conscientes.
Fran Castro, socio de Élite Taxi Barcelona y Taxi Project
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Uber: 15 consecuencias nefastas para el Taxi