En Vilna se mira a Kiev. Pero, por el retrovisor, también a Madrid. La cumbre de la OTAN que se celebra en Lituania hereda los acuerdos alcanzados hace un año en España, donde se forjó un concepto estratégico para una década. Así lo reconocen las conclusiones aprobadas este martes, en las que se menciona hasta seis veces la cumbre celebrada en la capital de España.