Inicio Política «Niño Hacha es inofensivo hasta que se le va»

«Niño Hacha es inofensivo hasta que se le va»


Abril de 2020: incendio de la sede de Podemos en Cartagena. Junio de 2020: destrozos en la sede de Izquierda Unida en San Andrés de Rabanedo (León). Noviembre de 2020: disturbios contra el toque de queda en Murcia. Francisco S. M y sus colaboradores, a los que la Policía sitúa en el grupo que controla la extrema derecha extraparlamentaria en la Región de Murcia, incrementaron su actividad delictiva durante la pandemia y con motivo de las medidas restrictivas impuestas por el Ejecutivo para hacer frente a la crisis sanitaria, según ha acreditado la investigación policial. Sus objetivos: los dos partidos que forman la coalición Unidas Podemos y que participan en el Gobierno central.



La Policía sitúa a los dos implicados en el ataque a la sede de Podemos en el grupo que lidera la ultraderecha en Murcia

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La Brigada Provincial de Información había identificado a Franciso S. M como miembro de Ultras Murcia 1908 y presunto autor del incendio de la sede de Podemos en Cartagena la madrugada del 2 de abril. Su acreditada militancia y el rastro que había dejado aquel día en cámaras de vigilancia y en el trazo de sus pintadas le señalaban como el autor material del ataque. Pero ha sido otra acción, cometida contra la sede de IU en San Andrés de Rabanedo, la que ha permitido a los investigadores cerrar el círculo: el neonazi guardaba en su móvil el vídeo del apedreamiento y las pintadas contra el local de la formación política. 

Francisco S. M había formateado su teléfono móvil cuando fue detenido el 6 de agosto por la Policía acusado del ataque a la sede de Podemos en Cartagena. Sin embargo, en el terminal permanecía otro vídeo, el de las pintadas realizadas a la sede de IU en San Andrés y el lanzamiento de piedras contra el local del partido político, según un atestado incorporado a la causa, al que ha tenido acceso elDiario.es. El ultra viajaba ocasionalmente a la localidad leonesa porque había conocido por Instagram a una joven de su edad, también de 20 años, y comenzando una relación sentimental que se prolongó durante ocho meses. 

Cuando fue interrogada, la chica reconoció a la Policía que su novio durmió en su casa el día del ataque a la sede de IU y que él mismo le confesó que era el autor. Incluso que tenía el vídeo que lo muestra, pero que no lo entregaba por miedo. Francisco S. M había escrito en la fachada de la sede de IU: «Comunistas asesinos, al horno», «Comunistas terroristas» y varios símbolos nazis como esvásticas. La joven también dijo a la Policía que su expareja la presionó para que no declarara y que la relación fue «tóxica» desde casi el principio debido a los «celos» de Francisco.

Francisco S. M, de 20 años, está imputado como presunto autor material de las pintadas y el incendio originado en la sede de Podemos en Cartagena. Junto a él figura también como investigado Javier B. E, ambos miembros de Ultras Murcia 1908 al que la Brigada de Información sitúa como grupo catalizador de las acciones de la ultraderecha extraparlamentaria en la Región de Murcia.

Dentro de ese grupo, la Policía atribuye el liderazgo a Miguel S. C, alias ‘Suburbios’, de 37 años. El 5 de agosto pasado, un día antes de que Francisco S. M fuera detenido por primera vez, el chat de los ultras del Murcia comenta la información de que Podemos ha sido multado por las cámaras que enfocaban en la sede hacia la calle y que permitieron grabar el ataque de los neonazis. Participan en la conversación el citado ‘Suburbios’ y Javier B. E, imputado por participar en el sabotaje. El líder de Ultras Murcia afirma: «El S (apellido de Francisco) no está muy contento contigo. Cuidado que te puede pinchar». Javier responde: «Niño Hacha es inofensivo… Hasta que el cable le toca donde no y se le va».

Dos nazis en un patinete

«Niño Hacha» y Javier B. E fueron grabados por cámaras de seguridad dirigiéndose ambos a la sede de Podemos en un patinete eléctrico, con el pasaban más desapercibidos por las calles desiertas de Cartagena, donde reside Javier. A través de tres de estos dispositivos de grabación, uno de ellos el que luego sirvió para multar a Podemos, los policías de Información reconstruyen cómo llegan, hacen las pintadas, lanzan el cóctel molotov y huyen del lugar.



Los investigadores también analizan la ropa que porta Francisco S. M y cómo encuentran luego una idéntica en el registro de su domicilio. Explican los agentes que son unas Adidas negras con tres franjas blancas, habituales entre los nazis por simbolizar para ellos la supremacía de la raza blanca sobre la negra. Pero hay un detalle, cuando realizan el registro, Francisco ha teñido las zapatillas completamente de negro. 

Según los agentes, «han sido tintadas para ocultar cualquier vínculo que le pueda incriminar, dado que en este tipo de ideología de extrema derecha, estos individuos no se desprenden de sus prendas, pues son representativas como si de un uniforme se tratara y solo son usadas para actos vandálicos, acontecimientos, quedadas con otros individuos de misma ideología, etc…». Ante la jueza, Francisco dirá que se las pintaría «algún colega por hacer la gracia».

La falsa campaña de la «falsa bandera»

El ataque a la sede de Podemos en Cartagena conllevó una campaña de Vox y y de medios afines a la extrema derecha, de Murcia y Madrid, atribuyendo el hecho a un ataque de «falsa bandera», esto es, a un montaje de la propia formación parar atribuírselo a sus adversarios. En su declaración ante la jueza, uno de los imputados, Javier B. E, aseguró que había estado con Francisco en un mitin del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, en 2019. El partido de extrema derecha liderado por Santiago Abascal intentó personarse, en este sentido, como acusación popular, pero la instructora lo rechazó. El propio Francisco alude a un supuesto acto de «falsa bandera» en su primera declaración ante la jueza y la fiscal imputado por un delito de incendio con grave riesgo para las personas y un delito de odio. 

El móvil de Francisco todavía depararía una tercera línea de investigación. En un mensaje contenido en el dispositivo, el propio neonazi dice a un tercero: «En noviembre salí a quemar media ciudad por el toque de queda». En la noche y madrugada del 31 de octubre al 1 de noviembre de 2020, la Plaza Circular de Murcia fue testigo del lanzamiento de artefactos pirotécnicos contra las Fuerzas de Seguridad y quema de contenedores, altercados protagonizados por grupos de ultraderecha, según la Policía, contra la instauración del toque de queda. La Brigada de Información ha puesto el contenido de este mensaje en conocimiento del juzgado de instrucción número 1 de Murcia que instruye las diligencias por los citados disturbios. 

«Francisco lleva tiempo inmerso en grupos ideológicamente de ultraderecha, como son los seguidores más radicales del club de fútbol Real Murcia, que bajo la apariencia de una peña de aficionados ocultan sus ideas más radicales», escribe en el atestado incorporado a la causa la Brigada Provincial de Información de la Policía. 

Los policías recuerdan en su informe que el neonazi fue detenido el 16 de septiembre de 2020 en Orihuela (Alicante) con ocasión del encuentro que iba a enfrentar al Real Murcia con el Orihuela Club de Fútbol por portar «un cuchillo jamonero». «Desde entonces su animadversión hacia personas o grupos con ideología contraria no ha hecho más que crecer (…) resaltando la gran cantidad de fotografías que contiene su teléfono móvil de diferente armas blancas, cuchillos, machetes, hachas… como si de algo obsesivo se tratara».



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