La familia del dictador Franco deberá devolver el Pazo de Meirás al Estado

La familia del dictador Franco deberá devolver el Pazo de Meirás al Estado

La justicia da la razón al Estado: el Pazo de Meirás le pertenece.

El juzgado de instrucción número 1 de A Coruña concluye que la documentación demuestra que la propiedad debe volver a manos del Estado y, por tanto, la familia del dictador Francisco Franco lo tendrá que devolver.

Considera nula la inscripción en el registro que hizo a título personal el dictador.

En el juicio, celebrado en el mes de julio, el Estado argumentó que se trata de un equipamiento público que Franco no adquirió en ningún momento y que los contratos de compraventa de los años 1938 y 1941, en propiedad de la familia Franco, fueron una simulación y, por tanto, son fraudulentos.

El Estado también argumentó que, al ingresar el Pazo en el dominio público, esta tenencia es imprescriptible y el Pazo es «un bien intransmisible».

La magistrada Marta Canales declara en la sentencia la nulidad de la donación que se efectuó en 1938 de «la finca llamada Torres o Pazo de Meirás al autoproclamado jefe del estado, Francisco Franco, por falta de requisito esencial de forma».

En relación con este fundamento, la juez aclara que, el mismo año en que se efectuó la donación se constituyó una junta pro Pazo «del Caudillo» para comprar y regalar el Pazo de Meirás «al Generalísimo de los ejércitos y Jefe del Estado Nacional».

«Su nombre era Francisco Franco, pero no se le regala a él por sí mismo, sino al jefe del Estado.»

La sentencia condena la familia Franco a devolverlo sin ser indemnizada por los gastos en las que afirma que ha incurrido para mantener la propiedad. La magistrada considera que no es posible, ya que la propiedad fue incorporada al patrimonio de la familia Franco de «mala fe».

Esta mala fe, argumenta, se materializa:

«Cuando, después de aceptar la donación de Pazo de Meirás, Franco, en su calidad de jefe de estado, otorga una escritura pública el 24 de mayo de 1941 con la sola finalidad de inscribir este bien a su nombre en el Registro de la Propiedad, sin poner ningún precio».

Los herederos del dictador reclamaban el Pazo con la intención de venderlo por 8 millones de euros.

Los familiares de Franco han perdido la primera batalla pero la sentencia no es firme. Se puede recurrir a la Audiencia provincial de A Coruña.

La escritura reencuentro

Situado en el municipio coruñés de Sada, el Pazo fue primero propiedad de la escritora Emilia Pardo Bazán.

En 1938, en plena Guerra Civil, el gobernador civil de la Coruña y un grupo de alcaldes compraron el edificio y los 6.000 metros cuadrados de terreno a los herederos de la escritora para regalarle como residencia de verano al general Francisco Franco.

Según la escritura de compraventa que hasta ahora estaba desaparecida, el precio fijado por el Pazo de Merirás fue de 406.346 pesetas.

Para pagarlo se organizó una suscripción popular con el nombre «Junta pro Pazo del Caudillo».

Pero, como la recaudación voluntaria no dio los resultados esperados, poco después se hizo un proceso de recaudación obligada que, según el abogado del Estado «incluyó la detracción de las nóminas de trabajadores y funcionarios y también el aportación de fondos de las administraciones locales».

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