Indignación en el sector cultural por un acto en la Sagrada Familia de Barcelona

Indignación en el sector cultural por un acto en la Sagrada Familia de Barcelona

El Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya abrirá un expediente a los organizadores de la misa en la Sagrada Familia donde este domingo se han reunido casi 600 personas para la beatificación de Juan Roig Diggle, autorizada por el Procicat.

Según ha informado el departamento de Salud, el expediente, que podría acabar con sanciones, se abre por la «gran movilidad que ha implicado el acto religioso» en el contexto epidémico.

La conselleria que dirige Alba Vergés, sin embargo, recuerda que el estado de alarma decretado por el gobierno «sólo permite reducir aforos y no cerrar espacios religiosos», ya que prevalece la libertad de culto, que es un derecho fundamental reconocido por la Constitución.

Con todo, y a raíz del acto de este sábado, Salud afirma que «este tipo de eventos masivos tienen un riesgo epidemiológico del todo injustificable» y se plantea «reforzar las medidas de protección para que no vuelva a pasar».

Protesta de los trabajadores

En paralelo, la entrada de los feligreses ha visto acompañada de una ruidosa protesta de trabajadores de servicio de atención al visitante de la sección sindical SUT de la Sagrada Familia.

Los empleados se encuentran en huelga indefinida desde el 26 de septiembre para denunciar que la plantilla «trabaja más horas de las pactadas» por contrato y exigir que se desafecte el ERTE.

La cultura, indignada

La cultura, cerrada, y la Sagrada Familia, con 588 personas. ¿Dónde está la coherencia de las restricciones? ¿En los teatros entra el virus y en las iglesias no?  Cuestión de prioridades».

Esta es la crítica que ha hecho la cabeza de filas de CatECP, Jéssica Albiach, después de que el Procicat autorizara la beatificación en la Sagrada Familia.

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