Facebook prohíbe el contenido que niega el Holocausto, impune aún en Telegram
La responsable de la política de contenido de Facebook, Monika Bickert, ha anunciado este lunes en su blog que la popular red social «prohibirá cualquier contenido que niegue o distorsione el Holocausto».
Bickert justifica la decisión de la compañía debido a que los estudios en la materia constatan un incremento del discurso de odio en internet.
Esta medida se suma a iniciativas anteriores que van en el mismo sentido.
«Ya hemos eliminado las cuentas de más de 250 colectivos supremacistas blancos y actualizado nuestras políticas con respecto a las milicias y los grupos QAnon».
Monika Bickert hace referencia al fenómeno creciente de las organizaciones paramilitares en EE.UU. y al surgimiento de asociaciones que promueven teorías de la conspiración de forma planificada.
Además de prohibir este tipo de mensajes, sigue Bricket, Facebook redirigirá a los usuarios que busquen información sobre el exterminio judío perpetrado por el régimen nacionalsocialista de Hitler hacia «información creíble».
Cambio de parecer
El propietario de la empresa, Mark Zuckerberg, ha reconocido en un comentario en su red social que su posición hacia este negacionismo «ha evolucionado» cuando ha visto las cifras que constatan el crecimiento de la violencia antisemita.
En una entrevista que concedió hace dos años al digital Recode, Zuckerberg sostuvo que no creía que fuera necesario borrar el contenido negacionista del exterminio judío porque quien lo consumía no lo hacía de manera intencionada. «Es difícil impugnar y entender la intencionalidad», decía entonces.
La Liga contra la Difamación, una de las organizaciones de referencia en el combate contra el discurso de odio en EE.UU., ya había señalado que «Facebook tiene un problema con la negación del Holocausto».
Impunidad en Telegram
Las dificultades de los grupos neonazis para hacer circular sus discursos a redes como Facebook o Twitter los han llevado a hacerse fuertes en canales como la aplicación de mensajería Telegram.
Un informe del Centro Simon Wiesenthal publicado el pasado julio lo explica por el hecho de que esta aplicación no dispone de una política clara en cuanto a «la actividad extremista», lo que se traduce en una eliminación de contenido «inconexa e irregular».
Según este grupo, Telegram se ha convertido en el canal elegido por los activistas de extrema derecha por esta razón, una falta de intervención, sigue el informe, que estos colectivos utilizarían para «la glorificación de actores y movimientos terroristas» o «materiales que incitan a la violencia», incluyendo todo tipo de propaganda antisemita como la negación del Holocausto.
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