El nuevo presidente de Perú acusado de golpe de Estado tras derrocar a Vizcarra
El titular del Congreso peruano, Manuel Merino, tras ser juramentado como presidente interino en Lima este martes. Fotografía: Luka Gonzales / AFP / Getty Images

El nuevo presidente de Perú acusado de golpe de Estado tras derrocar a Vizcarra

El jefe del Congreso de Perú asumió la presidencia después de que su predecesor fuera derrocado controvertidamente en una votación del Congreso el lunes por la noche, lo que provocó acusaciones de golpe de Estado.

La destitución del popular presidente Martín Vizcarra se produce cuando Perú se recupera de uno de los peores brotes de coronavirus del mundo, que ha dejado su economía en recesión y provocado un desempleo masivo.

Después de una noche de violentas protestas y enfrentamientos con la policía, cientos de manifestantes se reunieron nuevamente el martes por la mañana en el centro de Lima para protestar contra la toma de posesión de Manuel Merino, considerado una figura clave en la orquestación del juicio político de Vizcarra.

Un intento anterior en septiembre no logró obtener suficientes votos

La policía antidisturbios con escudos y con porras golpeó a los manifestantes que marchaban hacia el edificio del Congreso y que ondeaban banderas peruanas y carteles que decían “Merino no es mi presidente”.

En total, 105 de los 130 legisladores de Perú votaron a favor de eliminar a Vizcarra el lunes. Vizcarra ha dicho anteriormente que no menos de 68 de los miembros del Congreso que buscan su juicio político estaban sujetos a procesos legales en curso.

Muchas figuras públicas y expertos legales han dicho que describieron la destitución de Vizcarra, por motivos de «incapacidad moral permanente», como ilegítima. George Forsyth, el principal candidato presidencial, tuiteó que fue un «golpe disfrazado».

La candidata presidencial de izquierda, Veronika Mendoza, pidió a los peruanos que salgan a las calles para defender la democracia.

Los analistas coincidieron en que la destitución fue orquestada por líderes de la oposición que se opusieron amargamente a las reformas anti-corrupción del presidente y su reforma de la educación superior que afectó sus intereses comerciales.

“La destitución del presidente Martín Vizcarra es un golpe de estado”, dijo Pedro Cateriano, ex primer ministro y abogado constitucionalista:

“Sin duda alguna, el Congreso ha violado el orden constitucional. La constitución no permite que un presidente en ejercicio sea acusado o sancionado políticamente”.

Vizcarra, quien salió del palacio presidencial la noche del lunes, fue aplaudido por los vecinos al llegar a su casa en un distrito burgués de Lima.

El líder, que había hecho campaña durante mucho tiempo contra la corrupción en los niveles más altos del gobierno, dijo que dejaba el cargo con la «conciencia tranquila».

Flanqueado por sus ministros, Vizcarra dijo que esperaba descubrir cuáles eran los «verdaderos motivos» detrás de su juicio político.

“¿Fueron decisiones tomadas a favor de… Perú y peruanos o fueron decisiones tomadas solo por intereses personales y grupales?” preguntó.

Merino asume el cargo bajo una nube de ilegitimidad y escasez de apoyo público, mientras que la mayoría de las encuestas muestran que Vizcarra todavía tiene más del 50% de aprobación.

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