Los menores no acompañados que llegan a España se encuentran con muchos problemas y uno de ellos es probar, precisamente, que tienen menos de 18 años. El primer trámite depende de la Fiscalía y decenas de menores han tenido que llevar su caso hasta el Tribunal Supremo para que reconociera que sus pasaportes y documentos sí son válidos para demostrar que eran menores cuando llegaron y que merecían quedar bajo la tutela de las administraciones públicas. Ahora ha sido el Tribunal Constitucional el que ha sancionado estas conductas dando la razón a un joven de Gambia al que no se reconoció como menor y al que, además, se le impidió recurrir porque para cuando el asunto llegó a manos de los jueces ya tenía más de 18 años.