Pablo Echenique ha anunciado este miércoles que volverá a su plaza como científico en el CSIC. El físico teórico que ayudó a lanzar Podemos desde Zaragoza, que plantó cara a Pablo Iglesias en el primer Vistalegre y que luego se convirtió en uno de sus principales valedores dentro del partido, ha anunciado esta decisión este miércoles durante su intervención en la sesión de la diputación permanente en el Congreso.
Echenique, el otro Pablo de Podemos
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“Hoy es mi última intervención aquí y aquí se acaba mi viaje. En unos días, solicitaré volver al servicio activo en el CSIC para continuar con mis trabajos como científico”, ha afirmado en su última intervención en el Congreso después de más de cuatro años de su llegada a esa cámara, el 28 de abril de 2019. “Me despido de esta cámara pero lo hago sin tristeza a pesar de que soy consciente de que quedan más cosas por conseguir. Me despido con orgullo, con el modesto orgullo de haber contribuido a conseguir un importante número de avances sociales que habríamos pensado que era imposible”, ha defendido.
Aunque no ha aclarado si seguirá en la ejecutiva, el todavía diputado volverá a trabajar como científico y ya no será liberado del partido. La decisión llega en medio de un proceso complicado para Podemos, que tras la negociación para integrarse en Sumar y las elecciones del domingo ha pasado de 23 diputados en la Cámara baja a los cinco que tendrá a partir de la constitución de las cortes el próximo agosto.
Echenique ha reivindicado los logros del Gobierno de coalición y el trabajo de su grupo parlamentario en la última legislatura. “Hace cuatro años Iglesias pidió a la gente una oportunidad para gobernar y dijo que si no conseguíamos cambiar algunas cosas, no nos votaran más. Me despido con el orgullo de saber que hemos hecho algo vital para esta Cámara, cumplir con nuestra palabra”, ha defendido el portavoz.
“Para mí ha sido brújula no olvidar para quienes trabajamos. Todas las mañanas me he dicho a mí mismo que esto no va de mí, que un proyecto político transformador solo puede serlo si los demás son la brújula, si los proyectos son colectivo y si de verdad queremos para quienes no conocemos aquello que más amamos”, ha dicho. “He conseguido no dejarme seducir por los oropeles de la Corte. No dejarme engatusar por sus señorías y no dejar que se me pegue la moqueta a los pies, aunque es verdad que como no la piso tengo menos problemas, ha bromeado a continuación.
El dirigente de Podemos ha afirmado que entró a la sede de la soberanía popular “como un intruso”, como uno más de “los nadie”, en referencia al escritor uruguayo Eduardo Galeano. “Pienso que en el fondo nunca he dejado de ser un intruso y a todas las personas con las que he tenido el gusto de trabajar durante todos estos años, a todas las personas hasta pronto, ha sido un placer y no dejéis que nadie os diga que no se puede”, ha cerrado su intervención.