Clima de guerra en Gaza mientras los israelíes han matado ya a 67 palestinos
Gaza está al borde de una guerra entre Israel y las milicias palestinas. Este jueves entra en la cuarta jornada de violencia, sin que haya tregua de los bombardeos en la Franja de Gaza y del lanzamiento de cohetes hacia algunas ciudades del centro y el sur de Israel. El balance provisional es de 67 palestinos muertos, entre ellos 17 niños, y más de 400 heridos, y por otro lado, siete israelíes.
Pero la violencia se ha trasladado a las calles de las ciudades israelíes con enfrentamientos entre árabes y judíos. Esta noche se han reproducido los enfrentamientos en muchas ciudades palestinas de Cisjordania y al menos una persona habría muerto como consecuencia de los disparos de las fuerzas israelíes.
Desde el lunes, primer día de intercambio de ataques aéreos, las milicias de Hamás y la Yihad Islámica han lanzado más de un millar de proyectiles contra ciudades israelíes, algunos de los cuales han llegado a Jerusalén y Tel Aviv. El sistema israelí de protección antimisiles Cúpula de Hierro ha neutralizado la mayoría de cohetes, pero las sirenas antiaéreas no paran de sonar en las comunidades israelíes cercanas a Gaza.
En respuesta, Israel ha llevado a cabo más de 500 bombardeos en la Franja. La aviación israelí ha atacado con contundencia zonas de Gaza, entre las que hay residencias de líderes palestinos, pero también casas de civiles y edificios de medios de comunicación.
Las Brigadas Al Qassam, el brazo armado de Hamás, han confirmado la muerte de uno de sus dirigentes, Bassem Issa, comandante en la ciudad de Gaza, en un bombardeo israelí. La milicia también confirmó la muerte de tres dirigentes de alto rango en ataques aéreos.
Biden transmite a Netanyahu el apoyo «sin fisuras» en Israel
En medio de la escalada del conflicto, Estados Unidos han mostrado un apoyo «sin fisuras» a la seguridad de Israel. El presidente estadounidense, Joe Biden, ha hablado por teléfono con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y le ha expresado que apoya «el derecho de Israel a defenderse a sí mismo y a su pueblo, a la vez que protege a los civiles».
En paralelo, Biden ha alentado a encontrar una vía para restaurar «una calma sostenible» en la región y ha manifestado la «convicción de que Jerusalén, una ciudad de importancia para creyentes de todo el mundo, debe ser un lugar de paz».
Este miércoles ha habido una reunión de urgencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, pero Estados Unidos ha impedido que se aprobara una declaración llamando a las dos bandas a detener las hostilidades.
El enviado de la ONU para Oriente Próximo, Tor Wennesland, advirtió que israelíes y palestinos se encaminan hacia «una guerra a gran escala» y ha pedido a las partes que detengan la violencia y rebajen la tensión.
Pero las llamadas internacionales a rebajar la tensión no están teniendo ningún efecto y, según los expertos, Hamas aún tiene munición para aguantar unos días más la lluvia de cohetes.
La violencia no se ha detenido durante la noche. Aviones de combate atacaron un edificio de 14 plantas en la ciudad de Gaza, tras el cual las Brigadas Al Qassam han lanzado una ráfaga de un centenar de cohetes hacia el área metropolitana de Tel-Aviv, el centro y el sur de Israel.
¿Necesita Netanyahu una nueva guerra?
El primer ministro en funciones de Israel, Benjamin Netanyahu, aseguró que han intensificado la fuerza de los ataques a Gaza en represalia por el lanzamiento de cohetes desde la Franja. «Hemos eliminado altos mandos de Hamas y esto sólo es el principio», dijo Netanyahu tras un ataque selectivo.
Durante una visita al centro médico Wolfson, en la ciudad de Holon, donde ha visitado personas heridas por cohetes lanzados desde Gaza, Netanyahu afirmó que «Israel responderá» y «está respondiendo cada vez con más fuerza» contra las milicias palestinas.
Dado el impasse político en el que se encuentra Israel al no ser capaces los partidos de conformar un Gobierno de coalición y pender la amenaza de nuevas elecciones, Netanyahu sirviéndose de la dictadura invisible del temor al Tercer Holocausto, proceda de Hamás, de Hezbolá o de Irán, aprovechará la ocasión para declarar el Estado de Guerra y desencadenar una nueva ofensiva terrestre en la Franja de Gaza (emulando a la operación Margen Protector del 2014).
Pero, ¿Necesita Netanyahu una nueva guerra? Mientras la fiscalía acusa al Primer Ministro en funciones de fraude, soborno, abuso de confianza y cohecho, éste habría decidido iniciar una nueva ofensiva contra Gaza en la creencia de lograr una victoria rápida que le otorgaría un incremento de popularidad para las próximas elecciones mientras le permite seguir en el poder y dejar que la niebla del olvido cubra con su manto el proceso judicial y que según sus palabras tan sólo sería un “Golpe de Estado Judicial” para apartarlo del Poder”.
Los incidentes en la calle no se detienen
En la calle, en algunas ciudades israelíes, las protestas de palestinos han cogido una intensidad similar al inicio de la Segunda Intifada, en el año 2000. En la ciudad de Lod, en el centro del país, se ha declarado el estado de emergencia después de que las protestas de jóvenes palestinos en los últimos días han derivado en enfrentamientos con la policía y judíos de la ultraderecha.
Se han quemado coches, tiendas, sinagogas y un cementerio musulmán en un paso más de la escalada violenta que comenzó con la amenaza de expulsión de seis familias palestinas que viven en el barrio de Sheik Jarrah desde 1956 y ahora reclaman grupos de colonos ultraortodoxos.
El origen del conflicto hay que buscarlo en los derechos de los palestinos que viven en Jerusalén Este. Una comunidad cada vez más reducida, bajo amenazas constantes de expulsión de casa o de revocación del permiso de residencia, pero que no renuncia a hacer de Jerusalén Este la capital de un futuro estado palestino.
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