Grecia dispara y ataca a los migrantes después de suspender el derecho de asilo

Guardacostas griegos disparando al agua para intimidar migrantes que intentan llegar a la costa en una lancha.

Son imágenes de este lunes muestran la contundencia del gobierno de Grecia contra los migrantes que quieren llegar a Europa desde Turquía.

Los guardacostas también han hecho maniobras bruscas en lo que parece un intento por disuadir a los migrantes de continuar adelante y para hacerlos media vuelta y volver hacia la costa turca.

Este fin de semana, el gobierno de Grecia ya había asegurado que la llegada de migrantes propiciada por «la apertura de puertas» de Turquía supone una «amenaza activa, seria y grave para la seguridad nacional». Son palabras del portavoz del gobierno, Stelios Petsas:

«Bajo las condiciones actuales, la situación es una amenaza activa, seria, grave y asimétrica para la seguridad nacional del país».

Grecia dispara y ataca a los migrantes después de suspender el derecho de asilo

Esta situación ha llevado al gobierno griego a convocar un gabinete de crisis que ha adoptado dos medidas drásticas e inéditas: que Grecia suspende temporalmente el derecho de asilo y que las personas que entren ilegalmente serán devueltas en los países de origen.

«El Consejo Nacional de Seguridad, reunido hoy, ha decidido (…) la suspensión temporal de todas las solicitudes de asilo durante un mes para todos aquellos que entren en el país ilegalmente [y también] el retorno inmediato en su país de origen -cuando sea posible- de aquellos que entren en el país ilegalmente».

Varias voces ya han alertado sobre la gravedad de estas decisiones, que violan las convenciones de Ginebra.

Petsas también ha anunciado que «se ha aumentado hasta el nivel más alto la vigilancia de las fronteras orientales terrestres y marítimas por parte del ejército y las fuerzas de seguridad para impedir las entradas ilegales en el país».

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Dos víctimas mortales

Este lunes, la contundencia de las fuerzas griegas en la frontera terrestre ha causado una primera víctima mortal: un migrante sirio que había sobrevivido nueve años en la guerra de su país y ha perdido la vida en territorio turco, tratando de entrar en Grecia, debido a la intervención de la policía griega.

Este fin de semana, migrantes habían denunciado que la policía griega les había tomado las pertenencias que llevaban encima y les habían devuelto junto turco de la frontera.

La otra víctima mortal ha sido un niño. Ha muerto intentando llegar a Grecia por mar. Los hechos ocurrieron cuando la embarcación donde viajaba volcó frente a la costa de la isla de Lesbos.

Según la guardia costera griega, han sido los mismos migrantes los que han hecho volcar la embarcación. Sería una práctica recomendada por los traficantes para forzar el rescate.

La guardia costera ha podido rescatar a los 48 integrantes de la embarcación excepto un niño, que ha ingresado cadáver en el hospital al que fue trasladado.

Esta es la primera muerte de la que se ha tenido noticia desde que este fin de semana ha habido un nuevo flujo de migrantes hacia Europa desde Turquía.

Grecia dispara y ataca a los migrantes después de suspender el derecho de asilo

Tensión en Lesbos

En la isla de Lesbos, precisamente, la tensión por los flujos migratorios se ha traducido en la acción de un grupo de vecinos, que se han situado este domingo en la costa para impedir el desembarco de los ocupantes de un bote neumático.

En la embarcación había una treintena de personas, entre las que media docena de mujeres y una decena de niños, algunos de los cuales pequeños.

La solidaridad de los habitantes de la isla con los migrantes, que dio la vuelta al mundo a raíz de la ola migratoria de 2015, se ha convertido ahora en hostilidad, azuzada por la extrema derecha.

Los migrantes han sido recibidos con gritos de «¿Por qué has venido?» y «Volver a Turquía!»

Alguna persona, incluso, ha utilizado un palo para alejar la embarcación del muelle cuando se acercaba.

Agresiones a periodistas

En el mismo lugar, unos metros más allá, un grupo de personas ha agredido físicamente un periodista extranjero, tirándolo al suelo y dándole patadas, y ha lanzado al agua su cámara fotográfica.

Según la guardia costera griega, unas 300 personas han llegado este domingo a Lesbos , y un número similar ha hecho tierra a Quíos y Samos, otras dos islas griegas también próximas a la costa turca.

La previsión de la policía griega, además, es que la llegada de migrantes aumentará, según declaraciones a la cadena de televisión Skai.

«Se espera que los flujos aumenten dramáticamente en los próximos días. Cuando los migrantes concentrados en Evros den cuenta de que no pueden entrar en el país por la frontera terrestre, lo intentarán por mar».

El periodista vasco Hibai Arbide, que es en Lesbos, explicó en el programa «Els matins» de TV3 la violencia que se ha vivido este fin de semana en la isla. «Una violencia que no se había visto nunca», ha afirmado.

Agresiones a ONG

Aunque en Lesbos, esta noche un grupo de residentes de la isla han prendido fuego a un antiguo centro de inmigrantes de la ACNUR , la agencia para los refugiados de las Naciones Unidas, que estaba en desuso.

Estas personas también se han enfrentado a trabajadores de ONG que trabajan con migrantes.

La ONG vasca Zaporeak ha denunciado hoy agresiones por parte de un grupo de «fascistas» a integrantes de la entidad que son en Lesbos y volvían de repartir alimentos a migrantes. También ha resultado dañada la furgoneta en la que se desplazaban.

Los agresores eran personas que participaban en una manifestación, en la ciudad de Mitilini, contra la presencia de migrantes.

Arbide ha alertado de que estas agresiones buscan dejar desasistidos los migrantes que malviven en campos de refugiados.

Enfrentamientos en la frontera terrestre

En tierra firme, en el punto fronterizo de Kastania, entre Grecia y Turquía, ha habido enfrentamientos todo el fin de semana entre las fuerzas de seguridad griegas y los migrantes que trataban de entrar, aprovechando que el gobierno turco «ha abierto las puertas» para presionar a la Unión Europea.

Se calcula que el sábado llegaron a la frontera griega unas 10.000 personas , según la policía fronteriza, que asegura que impidió que entran unas 5.500.

El domingo, el gobierno turco ha dicho que se concentraron en el lado turco de la frontera unas 3.000 personas, pero la Organización Internacional para las Migraciones (IOM) calcula que fueron unas 13.000.

Para tratar de disuadir a los migrantes, el gobierno griego ha enviado mensajes SMS a los teléfonos extranjeros de la zona de la frontera con Turquía advirtiéndoles que la apertura de fronteras era una «noticia falsa» y explicando que «está intensificando las medidas» de seguridad.

«Grecia está intensificando las medidas para salvaguardar sus fronteras al máximo nivel. No intente cruzar ilegalmente la frontera griega».

Grecia acusa Turquía

El gobierno griego no ha dudado en acusar al gobierno turco, presidido por Recep Tayyip Erdogan, de la crisis migratoria que ha vuelto a estallar en sus fronteras.

«Durante los últimos días, Grecia es presionada por un abrupto, organizado y coordinado movimiento de población hacia las fronteras terrestres y marítimas. Este movimiento es guiado y promovido por Turquía».

Turquía, que acoge tres millones de refugiados sirios y afganos, acusa la Unión Europea de incumplir el acuerdo firmado en 2016, visto por los analistas como una «externalización» de la gestión de los flujos migratorios hacia Europa.

Una externalización que daba a Erdogan una herramienta de presión contra la UE, que ahora ha utilizado para buscar el apoyo a la guerra de Siria, donde ha topado con Rusia, la otra potencia en la región.

Petsas ha recordado el compromiso adquirido por Turquía y la ha acusado de violar «las obligaciones derivadas de la declaración conjunta entre la UE y Turquía».

El Ministerio de Exteriores griego acusó Turquía de poner en marcha una «campaña de desinformación » sobre las fronteras y de dar cifras «falsas y engañosas» sobre el número de migrantes.

Es la respuesta a las declaraciones del ministro turco del Interior, Süleyman Soylu, que afirmó que unas 76.000 personas han salido de Turquía hacia Grecia.

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