Como con todas las adicciones, el alcoholismo se basa en la negación de la realidad. Yo controlo. Sólo es una copita. Tomo ahora la última y ya está. No sabemos cuánto bebe Alberto Núñez Feijóo, pero esta campaña está mostrando que su relación con los hechos es traumática. No es ya que mienta, sino que se queda perplejo cuando alguien le recuerda que no ha dicho la verdad. ¿Esto funciona así? ¿Yo miento y usted me lo reprocha? ¿En serio?